Capítulo 18

Capítulo 18


-¡Amor!- dijo mi madre una vez salí de la entrada del instituto, abrazándome fuertemente y besando con cariño mi cabellera, pero no como ella lo solía hacer...era extraño.



Sophie: ¡Oh, mamá! – correspondí su abrazo, separándome de ella al instante y observando sus ojos, los cuales estaban como ausentes- ¿Qué...qué sucede?


Caroline: ¿De qué hablas?


Sophie: Tus ojos...


Caroline: Déjalo – me cortó, dándome una sonrisa- No pasa nada. Venga, que nos vamos. ¿Hay mucho que contar no?


Por fin habían pasado dos semanas desde mí llegada al instituto, y a pesar que estar en Dunsfogg me encantaba, pasar momentos con mi familia era aún mejor. Pasaría un completo fin de semana con ellos.


Sophie: Ya lo creo-solté no muy convencida- ¿Dónde está Emma?


Caroline: Pues, tú padre vendrá por ella mas tarde. ¿No te lo dijo? – me dijo en un tono extraño.


Sophie: No-dije como algo obvio – Cada vez me entero menos de las cosas.


Caroline: Dímelo a mí – La observe con los ojos como platos, mientras ella avanzaba hacia su despampánate auto, un Audi TT.


Sophie: Vamos má, dime... ¿Han peleado con papá? – mi madre no contesto, solo se limitó a abrir la cajuela y poner dentro el pequeño maletín. Cerró de un solo golpe y mirándome con una sonrisa amarga habló;


Caroline: Vamos ya- Solté un suspiro y entonces se escucho como alguien gritaba mi nombre – te espero dentro del auto cariño.


Volteé y me tope con Lola a pocos metros de mí, mi madre sabía algo de lo que había pasado con los Listing, pero no a grandes detalles. Lola me sonrió, mientras yo trataba de hacer algo similar, pero solo salía una mueca.


-Sophie- de nuevo, y entonces los brazos de Lola me rodearon fuertemente, dejándome helada- Lo siento, lo siento, lo siento, ¡Lo siento!


Sophie: Lola- solté, mientras de apoco me separaba de ella y la observaba.


Lola: ¡No! –Me cortó- En verdad fui una idiota, discúlpame por todo.


Sophie: Lola, vale -la tome por los hombros- Debo irme, pero ven mañana a casa. Hablaremos tranquilas.


Lola: Te lo agradezco – No dije más, le sonreí y dando media vuelta me encaminé al auto. Subí acompañando a mi madre, por el copiloto.


Sophie: ¿Y Leonard? –cuestioné.


Caroline: No, no ha podido venir –titubeó nerviosa.


Sophie: Supongo que esta con papá – mi madre suspiro cansada, mientras encendía el auto y así grujir el motor.


Caroline: Sí, tu padre se va de viaje...hoy. Él lo llevará al aeropuerto.


Sophie: ¿Y que hay de Emma? – observe por la ventana, ya habíamos salido de Dunsfogg, ahora solo pasaban frente a mi ojos ese increíble bosque -¿Por qué no ha venido con nosotras entonces?


Caroline: Se irá con tu padre –soltó de sopetón, haciéndome abrir los ojos molesta.


Sophie: ¿Qué? ¿Y qué hay de mí? –Le espeté- ¿Acaso se olvida que existo? Mi padre me odia...


Caroline: No cariño, ha salido de improviso... debe arreglar uno asuntos.


Sophie: ¿Y de que tipo?


Caroline Unos asuntos...legales –soltó sin despegar la vista de la carretera. Mientras yo cada vez me enfadaba más.


Sophie: ¿Legales? –Bufé cruzándome de brazos-¿Qué pinta Emma Ahí?


Caroline: Basta Sophie, yo no lo sé –bufó- tu padre lo ha decidido, arréglatelas con él.


Sophie: Vale, como quieras – y no dije más. Estaba furiosa y no solo eso, la tristeza invadía todo mi cuerpo. ¿Es qué no existía para mi padre?


Observe a mi madre, estaba seria y solo miraba directamente hacía la carretera. Tomé mi bolso y lo removí sacando mis auriculares, ignorando por completo que mi madre estaba al lado. Luego de darle play a cualquier canción busque uno de mis gomas de mascar de sandía y pegando el primero mordisco me hundí en mi mundo.


-¿No me contarás como te fue?- oí decir a mi madre, baje el volumen y la observe rápidamente.


Sophie: No –solté en un tono borde.


Caroline: Yo no tengo la culpa –dijo después de unos segundos, mientras yo ponía en pausa mi reproductor y suspiraba.


Sophie: Claro, y yo sí.


Caroline: No me hables así. ¿Qué pasa hoy contigo? –Susurró -¿Hay algo que me quieras contar?


Sophie: Ya, perdona – ninguna dijo más, mientras echaba mi cabeza hacia atrás y suspiraba.


Observe por la ventana como la casa de los abuelos iba apareciendo frente a mis ojos, luego de hora y media de camino estaba ansiosa por bajarme del auto y corre a abrazar a todos. Mi madre aparcó mientras me soltaba el cinturón y luego de cruzarme mi bolsa por los hombros bajé volada.


Sophie: ¿Abuelo? –Grité- ¿Abuela?


-Sophia- Observe a Dorothy la linda señora que siempre había trabajado con mis abuelos y me conocía desde que era una niñita. Ella solía llamarme así, Sophia –Tus abuelos no están.


Sophie: ¿Cómo, a donde han ido?


Dorothy: Han salido hace más de dos horas. Solo me dijeron que debían arreglar un asunto – sonrió tierna y se acercó a mi tomando mis manos – Que bueno que están aquí. Iré a terminar el almuerzo.


No dije nada, solo asentí. Ella desaparecía de mi vista y entonces entro mi madre por la puerta, dejo su bolsa y las llaves sobre el buró y luego me tendió mi maletín. Me observo con esa mirada triste mientras yo solo me limitaba a tomar lo mío.


Sophie: ¿Dónde están todos?


Caroline: Ya te lo explique –me cortó en tono neutro – Sophie...


Sophie: ¡Mamá! Todos sabían que hoy regresaba, no puede ser.


Caroline: Claro, y todos morían por verte. Pero no todo en la vida es como uno quiere.


Sophie: Vale... ¿Crees que soy ingenua? –Espeté – Todo esto es por papá y tú. ¿Qué no lo ves? Están arruinando la vida de todos con sus peleas.


Mi madre no dijo nada, solo agacho su mirada y de repente vi caer una lagrima al suelo, y luego más. Mi madre soltó un grito ahogado y tomándose la cara con sus manos cayó al suelo.


Sophie: ¡Dios! –Me acerqué rápidamente a ella, y la abrasé contra mi pecho, mientras acariciaba su cabeza y solo pensaba en lo cruel que había sido con ella, mi cabeza latía horrible y yo solo podía tragar en seco – Vamos má, tranquila.


Caroline: Dejémoslo así –soltó entre hipos y lágrimas – Ve a almorzar, yo ya bajo.


No dije nada, ayude a mi madre a ponerse de pie y observando cómo subía el graderío con las manos en su cabeza, me dirigí preocupada a la cocina. Cuando me encontré con Dorothy me sonrió, mientras colocaba la mesa.


-¿Qué pasa mi niña?


Sophie: Mi madre está demasiado extraña – dije sentándome sobre una de las sillas – hemos peleado todo el día y hace minutos atrás se ha...puesto a llorar.


Dorothy: Las he oído –dijo colocándome un plato con deliciosa sopa frente a mí. Sentí ese olor delicioso y entonces le sonreí suavemente- No han sido buenos días en esta casa.


Sophie: ¿A que te refieres con eso? ¿Mis padres pelearon? – Dorothy solo jugaba con sus manos nerviosas, mientras yo la miraba atenta. Un ruido comenzó a sonar llamando nuestra atención - ¿Qué es eso?


Dorothy: Creo que es tú móvil –soltó como algo obvio, sacándome una risita.


Corrí hacia la entrada y ahí observe mi bolsa en el suelo, removí por todos lados hasta encontrar mi móvil y sin ver quien llamaba me lo llevé a la oreja, encaminándome de nuevo a la cocina.


-¿Hola? – dije bajo la atenta mirada de Dorothy.


-Enana- oí al otro lado de la línea- habla Bill.


-¡Enano! Como no reconocería tu voz –sonreí alegre, mientras revolvía con mi mano libre la sopa que me habían preparado.


-¿Cómo estás?


-bien. ¿Tú? –


-Algo cansado. Tom ha estado molestando todo el camino a casa –solté una risita, mientras le hacía una seña a Dorothy y me dirigía a mi habitación –No te burles.


-Lo siento –dije asiento pucheros, pero obviamente el no me miraba. Mientras el solo soltaba una carcajada. Abrí la puerta de mi habitación y sintiéndome agradecida por estar ahí me tiré en la cama.


-Y bien, te llamaba porque he tomado algo tuyo.


-¿a que te refieres?


-Pues el otro día que estudiamos biología me he quedado con tu libro –entonces me acordé y me lleve una mano a la frente.


-No lo recordaba, ¿Cómo voy a estudiar?- solté preocupada, el lunes tenía examen.


-Te lo puedo ir a dejar. ¿Estás en casa?


- Sí, pero no te preocupes en venir hasta acá. ¿Por qué no nos juntamos en el parque?


-Vale y de paso te invito a tomar algo –solté una risita, mientras me ponía nerviosa. ¿Pero que me pasaba?


-Entonces, ¿te parece ahí en media hora?- dije viendo el reloj de mi buró.


-Perfecto. En media hora entonces- estaba a punto de cortar cuando me acordé de algo.


-¡Bill!- él haciendo un ruidito con la garganta me dio a entender que me escuchaba- He hablado con Lola, acuérdame que te lo cuente.


-¿En verdad? Yo también he hablado con Georg.


-Vale enano, nos vemos entonces...adiós – dije estirando la vocal o.


-Adiós enana- y corté, di un largo suspiro mientras me removía en mi cama y pensaba como me podría vestir.


Me acerqué a mi armario y saqué unos shorts que me encantaban. Me los puse y luego opte por una blusa naranja con diseño y holgada. Me calcé unas sandalias que confinaban perfectamente con la blusa y lista.


Me acerqué al baño lave mi cara y mis dientes, para luego retocar mi maquillaje. Solté mi cabello y termine con ponerme un poco de brillo. Me observe al espejo, sonreí y me encamine a cambiar las cosas de bolso, precisamente una bandolera que combinaba.


Metí mi celular de nuevo y entonces observe el reloj, aún tenía 10 minutos para llegar. Preguntaría si Leonard ya había regresado ó si no pues iría caminando hasta el parque. Cerré la puerta y me encaminé al cuarto de mis padres.


Toqué un par de veces pero nada, así que cuidadosamente abrí la puerta. Busque a mi madre con la vista y nada. Entonces oí voces provenientes del baño, me acerqué y apoye mi oreja a la puerta. Era la voz de mi madre.


-Mamá, no le puedo decir nada a Sophie-decía entre hipos y sollozos – Sí, eh encontrado una casa por el centro. Ayer la he ido a ver y ya estoy dentro de los posibles inquilinos.


No sabía a que se refería mi mama, ¿una casa? Tenía que enterarme mejor, así que me acerqué más.


-¡Por Dios madre! Sophie no se puede enterar ¡Entiéndelo de una! - ¿y que pintaba yo aquí?- No, ella se vendrá conmigo. No puedo dejar a mi niña, no puedo –escuche como soltaba un suspiro y mi abuela le continuaba hablando por el móvil – No sé cómo se lo voy a decir, no será fácil decirle que su padre y yo vamos a divorciarnos.


Mi corazón paró de latir de una, me alejé de la puerta como en estado de shock y trababa de realizar lo que mi madre había dicho. ¿Un divorcio? ¿Ya no seríamos esa familia ‘feliz’ que solíamos ser? Ya nunca más estaríamos todos juntos.


Ahora podía armar bien el rompecabezas. Mi madre estaba extraña y triste hoy porque había peleado con mi padre y habían acabado en...firmar el divorcio. Mi padre tenía un viaje de asuntos legales, seguro para aclarar detalles sobre el mismo divorcio y Emma había ido también porque se quedaría a vivir con él y yo con mi madre. Y en mi venida a casa, me darían la noticia.


Lagrimas comenzaron a desbordar de mis ojos, sabía que mis padres peleaban todo el tiempo, ¿pero llegar al divorcio? Mi garganta estaba seca y tirada en el suelo de la habitación de mis padres sollozaba en silencio. Algo me asustó y entonces realice que mi celular estaba vibrando. Lo tomé temblorosa, ‘un mensaje nuevo’


‘Sophie ya estoy por llegar, te espero en el puesto de helados, Bill’


Me levanté de prisa y sin hacer mayor ruido y aún llorando baje los escalones encaminándome al parque. Observe a Leonard que ya había llegado, pero iría caminando. En mi mente pasaban miles de recuerdos que había vivido con mi familia, familia que de ahora en adelante ya no estaría unida. Las lágrimas no parecían acabarse, salían como una lluvia. La gente me observaba extraña pero nadie se acercaba a ayudar, preguntar como estaba, nada...así eran los alemanes.


Divisé el parque y tratando de parar las lágrimas, limpiaba mi cara del maquillaje. Bill no me podía verme así, pero demasiado tarde, me había visto y se encaminaba hacia mí.


-¡Enana!- gritó extendiendo su brazo como un saludo, y entonces no aguante más. Corrí hacia él y me tire a sus brazos comenzando a llorar fuertemente.


Sophie: No puede ser cierto Bill – dije en un sollozo ahogado- No puede ser.


Bill: ¿No puede ser que Sophie?- susurró sin dejar de abrazarme, llevándome con él hacía una banca.


Sophie: Es mi fin, es lo único que sé.


Bill: ¿Qué? –Pregunto extrañado, mientras tomaba mi cara entre sus manos y limpiaba mis lágrimas- ¿Qué sucede?


Sophie: Mis...Mis –titubeé.


Bill: ¿Tus?


Sophie: Mis padres se van a divorciar... -solté de sopetón, mientras Bill se quedaba helado y miles de lágrimas más desbordaban de mis ojos.


Continuará...





Fallen Apart Fic - MaJo