Capítulo 4 (Primera Parte)

Capítulo 4

No podía negar que este chico era lindo y muy amable. Las chicas lo presentaron cuando llego por nosotras y nos dijo que sus amigos nos esperaban ya en el muelle. Según él me había dicho también era alemán y tenía 16….el mundo si que era chiquito.



Observe a las chicas mientras soltaba un suspiro, ambas parecían conocer bien a Andreas y no podía negar que se miraban guapísimas esta noche. Lara con su short de mezclilla y su linda blusa con las palabras “Free Hugs”...simplemente perfecta para la ocasión, y pues Gen con su increíble falda a rallas y la remera blanca que le había aconsejado.


Andreas: Creo que por allá están mis amigos…vengan – inesperadamente le tomo la mano a Lara, quien me observó con una cara llena de felicidad. Entonces levante mi vista y de nuevo me tope con algo que no quería – Ellos son, los gemelos Kaulitz.


¿Es que el mundo me quería castigar? De nuevo frente a mí se encontraba el gemelo odioso “tom”. Y como no darme cuenta, eran alemanes y seguro Andreas estaba con ellos. Tonta.


Bill: Sophie, es genial verte de nuevo – dijo rodeándome con sus brazos, mientras yo solo tenía posada mi mirada en otro.


Andreas: No sabía que se conocían – y aquí íbamos de nuevo con toda la explicación, mientras las chicas solo me miraban extrañadas…no les había contado nada.


Todos se habían presentado y hablaban animadamente mientras el odioso y yo no decíamos nada. Solo sentía su presencia a mi lado y como la noche pasaba sin que lo disfrutara.


Andreas: Deberíamos de subir a la rueda de chicago – propuso – Somos seis así que podemos hacer parejas -Y entonces me espere lo peor, solo rogaba que me pusieran con una de las chicas o con un monstruo cualquiera….pero no con Tom.


Gen: Perfecto – soltó – entonces podría ser Gen y Andreas.


Lara: Tú y Bill – dijo refiriéndose a mi amiga y Bill solo sonrió, mientras yo cerraba mis ojos y me esperaba lo peor – y entonces, Sophie con Tom.


Solté un suspiro enorme mientras observaba a Tom. No había dicho nada, no se había quejado, el solo se limitaba a comer un algodón de azúcar. ¿Es que acaso yo era la única paranoica? Tal vez sí.


Todos nos encaminamos, claro, todos hablando menos nosotros dos. El estaba a mi lado, caminaba en silencio aun con su algodón. De a poco fuimos subiendo, hasta que por fin los dos entramos en ese cajoncito de la rueda. El silencio era horrible, el comía y yo pensaba demasiadas cosas a la vez.


¿Quieres? – sentir su voz me hiso estremecer, era una vos tan ronca que me podía volver loca. Tome un poco de su algodón y me lo lleve a la boca. Estaba bueno – has quedado toda azul.


Comencé a reír mientras limpiaba mis labios con mi lengua. Lo observe, el me miraba atentamente todos mis movimientos. Estaba comenzando a sentirme nerviosa y no estaba muy segura de la razón.


Sophie: Tus labios también estas azules – dije luego de unos segundos – y no digamos tu lengua.


Tom: No sabía que estabas tan atenta de mi boca – dije con aires de coqueto, pestañe un par de veces. Otra vez esos nervios horribles me invadían.


Sophie: Hablas mucho, se puede ver a millones de kilómetros – dije como si fuera algo obvio.


Tom: Claro – dijo acercándose mucho a mí, mientras sonreía picaro - ¿Y ahora lo ves mas claro? ¿O es muy obvio que te quiero besar?


Continuará.

                                                           Majo, Fallen Apart