Capítulo 12

Capítulo 12

¿Te la estás pasando bien? – pregunto el chico rubio, muy cerca de mi oreja.



Sophie: Excelente –reí – la música está buenísima.


Nuestros cuerpos seguían a ritmo el compás de la música, yo con mis brazos por su cuello y él con sus manos en mi cintura. Debía aceptar que Lukas era muy guapo, es más, era guapísimo. Pero ahora tenía dos personas más que ocupaban mi cabeza completamente. Y aunque me costara admitirlo, no había espacio para el chico rubio frente a mí, Lukas Hertz.


Lukas: No sabía de ti, ¿Eres nueva en el vecindario? – pregunto en un tono coqueto, digno de atención.


Sophie: Sé podría decir, solo mis abuelos vivían aquí – sonrío ampliamente, y se acercó más a mí – Yo vivía en Hamburgo.


Lukas: Ya lo creo, porque no sabía que los señores Aussen, tenían una nieta tan… hermosa – sus palabras me congelaron. Me separe un poco de él y lo observe asombrada – y, ¿A que Instituto irás?- dijo cambiando el tema, un poco nervioso.


Sophie: Dunsfogg - Dije por lo bajo, aún asombrada por sus palabras. Era una ingenua total.


Lukas: Ese lugar es el mejor, el año pasado lo pasé de maravilla – sonrió – Seguro te gustará – sus palabras parecían tener un doble sentido para mí, y lo peor de todo era su encanto… como un príncipe azul. ¡Era perfecto!


Sophie: Claro, lo imagino – reí suavemente - ¿Tú iras a Dunsfogg?


Lukas: No lo sé. Mis padres piensan en mudarse y las cosas están indecisas – dijo pasando su mano por su cuello, mientras lo observaba atenta – Pero nadie sabe – rió - ¿Tomamos algo?


Asentí rápidamente, mientras Lukas tomaba mi mano y con un poco de esfuerzo lográbamos salir de la multitud. La música seguía fuerte y prendida, la gente no parecía descansar. Nos encaminamos juntos a la pérgola, donde todos los “invitados” habían colocado cualquier tipo de bebidas y comida.


Lukas: ¿Qué tomas? – mi vista estaba atenta en la pista, debía encontrar a mis amigos y a…Tom


Sophie: No lo sé, lo que tú quieras – dije sin observarlo – lo mismo que tú estará bien.


Lukas: Toma – dijo después de unos minutos, tendiéndome un vaso con un líquido azul en su interior- Te gustará


Sophie: ¿Y que es? – debía preguntarle, no iba a tomar algo desconocido.


Lukas: No lo sé – rió, ¿Es que este chico siempre reía? – Es una nueva gaseosa, de mora azul.


Sophie: Eso explica el color – ambos reímos


Lukas: ¿Tienes novio? – lo observe atentamente, y luego desvié mi vista a la pista de Baile. Buscando la razón por la cual decir si, aunque no fuera verdad. Entonces lo vi, con esos pantalones anchos de un color oscuro y su típica gorra a juego. Venia caminando en mi dirección, pero no venía solo, tomada de la mano llevaba a una chica rubia y morena, con un vestido demasiado corto y unos tacones altísimos, sacada de revista.


Me observo y luego observo a Lukas con disgusto marcado en su rostro, tomo a la chica por la cintura y la acercó más a él, para luego comenzar a besarla. Mi corazón se congelo y como instinto tomé la mano de Lukas con la mía. Acercándome más a él y sin pensarlo dos veces lo abrace fuertemente.


Lukas: ¿Eso es un no? – dijo gracioso, correspondiéndome el abrazo.


No medie palabra, solo con mi cabeza asentí sobre su pecho fuertemente, dejando le claro que no tenía novio y de paso, que nunca había tenido.


Lukas: ¿Cómo es posible que, alguien tan linda como tú no tenga novio? – Su voz me calmaba, pero no podíamos estar en esta situación, en sí mi cabeza ya estaba hecha un lio.


Sophie: No lo sé – dije separándome repentinamente de él, y observándolo directamente a sus ojos.


El simplemente sonrió, mientras tomaba mis manos lentamente. Lo observé de nuevo y sonreí también, tratando de calmar la situación. Se estaba saliendo de mis manos.


X: ¡Sophie, te estaba buscando como loco! – Solté las manos de Lukas rápidamente y observe a Georg, quien me observaba con una gran preocupación - ¿Podemos hablar?


Me alejé más de Lukas y le sonreí, aún perdida en mi mente y el tiempo.


Lukas: Ve, nos vemos después – dijo cortés y sonriente. Se acercó a mí y beso mi mejilla. Para luego a paso lento, espaldas a mi desaparecer en la multitud.


Sophie: ¿Y, de qué debemos hablar? – incité curiosa


Georg: ¿Todavía lo preguntas?


Sophie: No respondas con otra pregunta, solo dime que debemos hablar – dije clara y sin dudar – Porqué si lo supiera no te estaría preguntando, gruñón.


Georg rió frente a mis palabras y luego observándome habló,


Georg: Es algo que como amigos debemos de tratar, pero este no es el lugar. ¿Vamos a tú habitación? – Me asusté, la confianza que había entre Georg y yo era infinita, pero algo me ponía nerviosa. Estaba tensa y él lo había notado – No seas mal pensada Sophia Anne Aussen, no me refiero a ninguna de tus cochinadas. Bueno sí, pero algo diferente. ¿Vamos?


Lentamente comenzó a avanzar al interior de la casa, aún nerviosa lo seguí, pensando en qué tanto quería hablar. Avanzamos entre la multitud hasta lograr llegar a el gran graderío. Subimos lentamente en silencio, escuchando solamente el bullicio de la misma fiesta.


Luego de un par de minutos llegamos a mi habitación, sin mediar palabra me senté a orillas de mi cama y observe curiosa el chico castaño frente a mí, Georg.


Sophie: ¿Y bien? – dije curiosa


Georg: ¿Qué le has hecho a los gemelos? - soltó de sopetón, sin ningún rodeo. Llenándome completamente de dudas y sorpresa.


Sophie: ¿De qué estás hablando? – aún seguía llena de dudas, y aunque creía entender sus palabras mi cabeza no quería recapacitar.


Georg: ¿Qué no lo ves? – Dijo acercándose rápidamente a mi - ¡Los tienes locos! – Lo observe con mis ojos como platos – Sophie, resuelve mis dudas...sé que sonara mal pero, ¿Ambos te besaron?


Sophie: Puede ser – dije asintiendo lentamente – Es extraño, no sé cómo explicarlo…


Georg: Sophie esto no es una broma, ¿Te besaron ó no?


Sophie: Verás, es una historia larga de contar…


Georg: Tengo tiempo – dije sentándose a mi lado, con completa atención – No te preocupes.


Sophie: Esta bien – dije vencida – tú ganas.


En mi cabeza trataba de encontrar la manera de contarle todo a Georg, para mí era vergonzoso y me arrepentía totalmente de mis actos. No quería sonar mal, pero deseaba desahogarme con alguien.


Sophie: En mi último día en las canarias conocí a Tom en una tienda de conveniencia, cuando ambos buscábamos algo para beber – dije suave, comenzando con mi costoso y largo relato – Debo aceptar, que desde el momento en el que lo vi me pareció lindo. Estaba encantada con él – observe a Georg, quién me miraba atento – Por asares del destino comenzamos a hablar animadamente, pero a desgracia mía, mi hermana apareció. Ya que no quería que ella viera a Tom, así que disimuladamente lo “oculté” – dije resaltando las comillas con mis manos - Y terminamos peleando con Emma a viva voz al medio de la tienda. Ella se fue y yo todavía furiosa pagué todo. Tú sabes cómo soy – reímos – Pues, al salir adivina con quién me topé.


Georg: ¿Emma?


Sophie: ¡Sí, Se besaban con Tom! – La cara de Georg se transformo, y con furia observo hacia la ventana – Tal como tú, yo también estaba furiosa. Y gracias a ello me tropecé y caí sobre un chico.


Georg: Déjame adivinar, ¿Bill? - dijo aun molesto, yo sabía que estaba celoso de Emma.


Sophie: Ajá, llene a Bill de mi gaseosa de limón y vainilla – reí, recordando ese momento – Pero bien, para no hacerte larga la historia, ese día quedamos de ir a la feria de la playa con los chicos. ¿Recuerdas a Lara y Gen? – Georg asintió suavemente – Pues, iríamos todos.


Georg: Espera, pero ¿solo los gemelos y ustedes, las tres chicas estaban, no?


Sophie: Sí, pero como tú conoces a mi padre cuando le pedí permiso para salir, me dijo que no. Así que de nuevo habíamos terminado peleando con él, y debido a mi enojo me tiré en el pasillo de las habitaciones a llorar como tonta – reímos – No sé cómo, pero desperté en la habitación. Oí que los chicos salían y como había oído la vos de Bill, supuse que se habían quedado todos.


Georg: Y al salir te topaste con Tom, ¿No?


Sophie: Sí – dije asombrada – Ni yo sé como sucedió, pero nos besamos.


Georg: ¿Tu primer beso? – dijo sonriente, yo lo observe mientras asentía lentamente.


Sophie: Era mi primer beso, pero justo en ese momento los demás chicos están regresando, y vieron toda la escena – reí – Esa noche paso, fuimos a la feria a escondidas y ahí conocimos a Andreas. Todo iba al regresar me di cuenta que no tenía mi cadena. ¿La recuerdas?


Georg: ¿La de tu abuela, la rosada? – asentí rápidamente, sonriendo un poco más animada.


Sophie: La del pequeño corazón, exacto. Pues Bill me ayudo a buscarla, y cuando nos dimos por vencidos, nos sentamos a charlar – me puse de pie y me acerqué a la ventana – Como accidentes que pasan, al ponernos de pie Bill tropezó, y ambos caímos al suelo. Yo sobre él.


¡Chicos! – La puerta se había abierto de golpe, llevándome un pequeño susto.


Georg: ¿Qué sucede Lola? – Ella nos miraba atenta, con su respiración entrecortada y su pecho avanzando rápido – ¿Lola? – Georg se acercó a ella y lentamente tomándola por la espalda la sentó en uno de los pequeños taburetes de mi habitación.


Me acerqué a donde se encontraban los dos, tratando de imaginar que podría haber pasado.


Sophie: Tranquila Lola, ¿Qué ha pasado? – Ella me observo, y luego de un solo golpe se puso de pie.


Lola: ¡Están peleando, iniciaron una pelea!


Sin mediar palabra, comencé a correr escaleras abajo. Sentí como Georg me seguía a paso rápido hasta alcanzarme, y ambos llegar a la parte trasera de la mansión. Donde rato atrás había estado con Lukas.


Una Gran cantidad de gente se encontraba junta, como esos círculos de las típicas peleas en la escuela. Donde unos gritaban “vamos, dale duro” “pégale, pégale”. Me acerqué esquivando a la multitud, seguida de Georg.


Al llegar me congelé, Lukas se encontraba tirado en el suelo, golpeado y mal herido. Por encima del estaba Tom, quien rápidamente le daba golpe tras golpe al chico rubio en el suelo. Bill trataba de parar a Tom, pero su intento era en vano. Georg apresurado se acercó y ayudaba a Bill a parar todo. Mientras yo trataba de realizar las cosas, y no parecer la chica inútil estando parada.


Sophie: ¡TOM! – Grite a todo pulmón, tratando de llamar su atención y para esa pelea de una vez por todas - ¡Tom! – el volteó y me observo, su rostro estaba lleno de marcas y su labio sangraba levemente. Rápidamente me acerqué hacia él y me agache hasta estar a su altura - ¿Qué has hecho? – dije molesta, me separé un poco de él y observe a Lukas. Tom tomó mi mano y me vio directo a los ojos. Me estremecí, pero aprovechando la situación Lukas golpeó a Tom con su puño, haciéndolo caer de lleno en el duro y frió suelo.


Lukas, se puso de pie y otros dos chicos se acercaron a Tom, mientras Georg y Bill lo ayudaban a levantarse. Cuando menos lo sentí Lukas y sus cómplices golpeaban de lleno a Tom, mientras su gemelo trataba de defenderlo. ¿Yo? Estaba paralizada, mi mente procesaba a mil por hora, pero no está presente. Todo pasaba como una película en cámara lenta.


Sophie: ¡Basta, Basta ya! – gritaba, gritaba como nunca lo había hecho. La pelea no parecía tener fin, ó por lo menos no para mí.


Sentí algo vibrar en la bolsa de mi falda, tome mi móvil y sin ver la pantalla, ni percatarme de la pelea ó el bullicio, contesté.


Sophie: ¿Hola? – dije tratando de entender algo al otro lado de la línea.


X: Hija, ¿Nos podrías abrir la puerta? Ya vamos a…


No puede terminar de escuchar las palabras de mi madre, porque fue entonces cuando sentí mi móvil volar, y algo duro y frio dar de lleno en mi cara, haciéndome caer al suelo y sentir un desgarrador dolor en mi cabeza. Hasta ver todo negro.


Continuará…




Fallen Apart Fic - MaJo