Capítulo 11 (Segunda parte)

“Muchas veces no realizamos lo que vivimos, lo que sentimos y lo que somos. Pero estaba segura qué ese momento, quedaría grabado en mi corazón”



Esos ojos me observaban atentos cada uno de mis movimientos, cada una de mis acciones y mis palabras.


Sophie: ¿Qué, qué haremos? – dije algo cortada, sentía la presión de su mirada sobre mí.


Georg: No lo sé, estoy de ánimos – rió- Saben, esta casa esta genial para…


Lola: ¿Una fiesta? – dijo desde la orilla de la ventana, con un tono de emoción y travesura.


Sophie: Ni se les ocurra, par de fiesteros – Debía aceptar que hacer una fiesta sería genial, pero simplemente no era el momento y no era el lugar indicado. Para mí nunca lo era. - ¿Se imaginan lo que me harían mis padres? No, simplemente no.


Georg: ¿Qué? Vamos Sophie, conozco a tu madre desde hace mucho y sé que no dirá nada. Además que mas podríamos hacer, ¿Eh?


Sophie: ¿Y mi padre? ¿Acaso se te olvida que esta no es mi casa? – observe a los gemelos de reojo mientras daba mi pequeño sermón a Georg, ambos me miraban atentos, como si de una película se tratase.


Georg: ¿Y desde cuando eres tan obediente? – Todos comenzaron a reír, era inevitable no hacerlo.


Sophie: ¡Georg! – dije ofendida, entre risas.


Georg: ¡Sophie!


Sophie: Vamos, no seas payaso – el ambiente era relajado y gracioso, estábamos mejorando sin duda.


Georg: “Vamos, no seas payaso” – dijo imitándome – Sophie… no puedes negar que no quieres una fiesta. Digo, ¿Quién no?


Sophie: ¡Yo! – Dije como si fuera obvio – Imagina como quedaría la casa, después ustedes se irán y ¿Quién ordenará y cargará con la culpa? ¡YO!


Lola: No seas tan exagerada, ¿Qué daño hará una pequeña fiesta? – Se acercó alegre a mí y me tomo por los hombros, regalándome esas sonrisas tan graciosas que ella solía tener - ¡Vamos Sophie!


Sophie: Claro, Claro…Llámenme amargada ó lo que deseen. Pero NO habrá fiesta chicos, no hoy.


Me sentí toda una aguafiestas, pero sí quería continuar con la buena relación que llevaba con mis abuelos…y mis padres, no podía tomar medidas tan extremas. Debía mantener un orden, y aunque sonara ridículo yo era la encargada de la casa, temporalmente.


El teléfono de la casa comenzó a sonar, rápidamente salí de mi habitación y en el pequeño lobby que se encontraba fuera de esta, observe la pequeña lucecita verde tintinear seguidamente. Me acerqué y de un tirón tome el teléfono.


Sophie: ¿Aló? – conteste, esperando escuchar la voz al otro lado del auricular.


X: ¿Emma, eres tú? - La suave voz de mi abuela se hiso sonar.


Sophie: No abuela, soy Sophie – Lo que me faltaba, que me confundieran con ella.


Marie: Cariño, solo llamaba para que sepas que dejé comida en el Refrigerador – A lo lejos podía oír la voz de mi abuelo y mi padre charlando. Por todo el bullicio podía suponer que seguían en el auto.


Sophie: Gracias abue, ¿Aún van en camino?


Marie: Sí amor, el tráfico esta horrible. Creo que a este paso llegaremos solo en huesos – ambas comenzamos a reír. Ahora sabía porque era tan exagerada, era de familia - ¿Tus amigos, están bien?


Sophie: Ohm, si. Estamos en mi habitación… escuchando, escuchando música. ¡Sí! – No sabía que decirle, solo habíamos hablado de las grandes ideas de Georg y Lola – Todo está a la perfección.


Marie: Ya lo creo, más si no estamos nosotros ¿No?


Sophie: Abuela, ¿Pero que dices? – dije alargando la letra “a”, y sonriendo tontamente. De nuevo oí la voz de mi padre, seguida de la de mi madre - ¿Están discutiendo de…nuevo?


Marie: No, solo hablan tonterías.


Sophie: Claro Abuela, no nacía ayer – Odiaba cuando peleaban, muchos de los momentos era realmente incomodo. No había alguna razón por la cual no hubiera discusión, ya era una tradición.


Marie: Tienes razón, simplemente no le des importancia. Tranquila Hija, ¿Sí?


Sophie: Claro, gracias – Oí como unas grandes carcajadas sonaban desde mi cuarto, y como dicen, “La curiosidad mató al gato” moría por ver que hacían mis amigos/payasos – Abuela, creo que por aquí todo es color de rosa – reímos- solo risas se oyen.


Marie: Los puedo imaginar perfectamente – sonreí, aunque mi abuela no me viera – Así que no te quito más tiempo, ve con tus amigos.


Sophie: Gracias abuela – dije graciosa – un beso a todos, vallan con cuidado.


Marie: Claro cariño, un saludo a ustedes también. No salgan sin suéter ¿Eh? – Reí fuertemente. Ninguna abuela podía terminar una conversación sin decir eso, era típico – Tu madre dice que regresaremos tarde. Oh, y que hay una posibilidad que nos quedemos a dormir en la Casa de la tía Ruth. Tú sabes que es bastante de camino.


Sophie: ¿En verdad? – Fue entonces cuando la idea de la fiesta comenzaba a encajar mejor en mi cabeza. Las ideas descabelladas de Georg, no eran tan descabelladas después de todo – Adiós abuela, y por favor…no lleguen en huesos.


Colgué de prisa y me encaminé hacia mi habitación, entonces observe a esas cuatro personita que reían a más no poder. Les diría mi cambio de parecer.


Sophie: Uh, ¿De qué me perdí? – dije sonriente, mientras todos paraban o por lo menos “trataban” parar de reír.


Lola: Todos son unos tontos, eso es lo que te perdiste – dijo entre risa y risa.


Sophie: ¿Eso? Vamos, eso ya lo sabía… y de sobra – los tres chicos me observaron traviesamente, mientras mi sonrisa se ensanchaba más y mis ojos se achinaban un poco - ¿Qué, chicos? ¿Acaso tengo monos en la cara?


Lola: No Sophie, los monos son ellos – Fue entonces cuando no me contuve más, y dos sonoras carcajadas sonaron por toda la habitación, la de Lola y la mía.


Bill: Qué graciosas, ¿no se han visto al espejo? – Lola lo observó con reproche fingido, mientras yo solo reía más y trataba de asimilar que Bill había dicho eso.


Tom: Creo que su espejo ya estaba roto – Ahora los tres chicos reían como los 3 chiflados, mientras Lola y yo, los observábamos de manera enojona.


Lola: ¿Pero de qué hablan? ¡Roto ó no, monos ó no, los dos besaron a Sophie! – Me paralicé, todo ese temor que tanto odiaba se hizo presente de nuevo. Sentía como mi sangre se tornaba fría y mi piel se ponía de gallina. ¿Cómo sabía ella que…los había besado?


Lentamente observe a Lola, quién estaba estática y tapaba su boca con ambas manos. El silencio era rotundo e incomodo, se sentía la tención en el ambiente. Esa afirmación declaraba muchas cosas, muchas cosas que Tom aún desconocía y que aunque para algunos no fuera mayor cosa, para mi significaba mucho.


Sentía sus miradas sobre mí, levante mi vista lentamente y me encontré con esos dos chicos que tanto había comenzado a querer en tan solo pocos días. Esos dos chicos que, aunque sonora mal, me habían besado. Esos dos chicos que me quitaban el aliento. Esos dos chicos que eran iguales, casi como una sola alma.


De repente en medio del silencio, el timbre sonó. Observe a todos por última vez y rápidamente me encamine hacía la entrada de la casa. Bajé las escaleras de prisa y me acerqué hacia la puerta, antes de abrirla oía como varias voces repetían seguidamente mi nombre. Intrigada avance casi corriendo hasta llegar a la gran puerta de cedro, y la abrí lentamente.


Una chica alta, delgada y de pelo negro cenizo me sonrío encantadoramente. Vestía con un pequeño short de mezclilla y una blusa muy linda negra, con un diseño muy gracioso al frente. Sus zapatos eran abiertos, semibajos y ni decirlo, eran preciosos.


X: Hola Sophie, gusto en conocerte – desprevenidamente se acercó a mí y de dio un beso en cada mejilla – Mi nombre es Kylie, soy vecina de Georg.


Aún tonta por su respuesta tan rápida sonreí bobamente, la chica observo detrás de ella, volteando antes que pudiera mediar palabra alguna y susurró algo como “¿Dónde está?”


Sophie: ¿Kylie, no? – dije tratando de llamar su atención. Ella me observo y asintió alegremente un par de veces.


Kylie: ¡Lukas! – la oí gritar luego de que se volteara de nuevo y un chico rubio y de ojos oscuros se acercara rápidamente hacía la entrada principal.


X: Lo siento Ky, estaba buscando a los demás chicos – Por lógica supuse que él era Lukas, pero en realidad no entendía mayor cosa de lo qué pasaba a aquí. ¿Demás chicos? ¿Qué hacían ellos aquí? Y la pregunta del millón, ¿Cómo sabían mi nombre?


Sophie: Kylie - dije en un susurro.


X: ¡Pero qué maleducado! – Dijo el chico, gracioso – Me llamó Lukas Hertz, soy amigo de Ky.


Sophie: Hola Lukas, encantada – solo tres cortas palabras salieron de mi boca, aún no entendía la situación y mi cerebro lo procesaba a mil – Me podrían explicar qué…


X: ¡Kylie! – una cuarta voz me interrumpió, pero esta era a mis espaldas. Volteé rápidamente y observe a Georg bajando las escaleras, con una gran sonrisa en su rostro.


Georg llegó hasta la puerta y sin mediar palabra abrazó fuertemente a la chica, Kylie.


Georg: ¿Tú debes de ser Lukas, no? – El chico rubio observo extrañado a Georg, y luego asintió con una gran sonrisa. ¿Qué diablos pasaba? Era seguro que Georg conocía a Kylie, pero ¿Qué hacían ellos aquí? – Me alegro mucho de verlos chicos.


Kylie: No seas exagerado, me ves todos los días –rió – Por cierto, Georg, los demás chicos ya vienen.


Georg: Excelente - sonrió plácidamente, mientras me miraba travieso. Y yo, no entendía ni papilla - ¿Ya le dijeron a Sophie?


Sophie: ¿Decirme qué? – dije intrigadísima.


Lukas: No, pero supongo que lo sabe. ¿Es su casa no? – todos rieron ante su comentario, menos yo. No le encontraba el sentido, solo habían dudas en mi cabeza…


(Nota de Autor: Memories – David Guetta Ft. Kid Cudi)


No sabía ni cuando, ni como había sucedido, pero toda la casa estaba repleta de gente. Ciento de adolecentes bailando, bebiendo y disfrutando de una buena… ¿Fiesta? La música sonaba a más no poder y el ambiente era cargado de Adrenalina. De lo único que podía estar segura, era de la regañada que me llevaría luego. Solo rogaba porque mis padres no llegaran esta noche.


Terminé de cerrar todas las puertas de las habitaciones, no me quería llevar ninguna sorpresa y mucho menos que mis padres ó mis abuelos se las llevaran. Me senté en uno de los sillones que daba hacia la pérgola de la casa, donde el buen ritmo daba a más no poder y la “pista improvisada” de baile daba una buena vista.


Frente a mí, cientos de chicos pasaban bailando, bebiendo de más o…besándose hasta no poder. Era claro que no encontraba a ninguno de los chicos, simplemente habían desaparecido de mi vista y me encontraba sola. Concentré mi vista en la pista de Baile, y fue entonces cuando lo vi bailar.


Nuestras miras se encontraron, y mi mundo se congeló. Me dolía en el alma que la chica que estaba con él no era yo. Sus cuerpos se movían al compás de la música, siguiendo el ritmo increíblemente. Sus rostros se encontraban demasiado cerca el uno del otro, más de lo que yo deseaba. Debía aceptar que los celos me comían completa.


Un par de golpecitos toparon mi hombro, llamando mi atención. Volteé y observe al chico rubio que se encontraba frente a mí. Me sonrió encantadoramente.


¿Quieres bailar? – dijo poco antes de tomar mi mano y literalmente arrastrarme hacía la pista.


Lo observé otra vez, por última vez, y su seriedad me lo dijo todo.


Continuará…




Fallen Apart Fic - MaJo

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¡Nuevos Personajes!

Kylie
La chica Rumana que irradia
felicidad, vecina de Georg y mejor amiga
de Lukas. Sentimental, dramatica y fiestera.
Una amiga qué cualquiera desea tener.

Lukas

Un chico noble, despistado y bailarín.
Que ama la literatura y la buena música,
en pocas palabras "Todo terreno", y qué sin
intenciónes intervendrá en la vida de Sophie.








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Otros Personajes'

Caroline
Madre de Sophie, su fiel confidente.
Una mujer jóven, graciosa y Bella.
Disfruta de la vida, pero sin medir
los límites.

Frederik
Padre y complicación de Sophie.
Un hombre formal, estricto pero sobretodo bueno. Soñador en
algúnas ocaciónes y quién menos lo creeyera...romantíco.

Marie y Joseph
Los aventureros abuelos Aussen de Sophie.Una pareja extremadamente cariñosa, observadora y de vez
en cuando problematica. Amantes
de la naturaleza y la belleza del Arte.